Guatemala, un lugar de hermosos lugares y hermosas personas
Tuve la oportunidad de disfrutar este programa por 3 meses. Durante este tiempo visite distintas aldeas y comunidades en las que se encontraban grupos de mujeres con intenciones de capacitarse en distintos oficios como repostería, tejido, etc. Lo que estas mujeres muchas veces no contemplaban, era la posibilidad de sacar mayor provecho de todos estos aprendizajes y así poder cubrir sus grandes necesidades económicas.
Con la ayuda del programa pudimos mostrarles que tenían al alcance de su mano la posibilidad de emprender un negocio propio y así obtener sus propios ingresos.
Las mujeres fueron siempre muy agradables y abiertas a recibir todos los consejos que uno puede darle. Y lo más importante, es que en cada momento y en cada aldea visitada, me hicieron sentir como en mi propio hogar. También te enseñan que la gente que menos tiene, es la que más está dispuesta a dar. Uno aprende demasiado de todos ellos..
Por último, vivir en la casa de una familia local fue excelente! Uno se siente parte de este país desde el primer dia y termina amando sus costumbres, su comida, TODO! Uno termina teniendo una nueva familia a muchos kilómetros de su hogar y esto nunca se olvida.
Espero poder sumarme a algún otro programa porque es una experiencia increíble que uno no quiere terminar!